Apertura del diafragma
Diafragma: dispositivo que forma parte del objetivo y consta de unas palas que se abren y se cierran, dejando un orificio central que permite pasar más o menos luz hacia el sensor de nuestra cámara.
Este se encuentra entro de nuestro objetivo, no del cuerpo de la cámara. Por eso dependiendo del objetivo que usemos podremos tener un diafragma mínimo y máximo diferente.
Número f: hace referencia a la abertura física del diafragma, es decir, al diámetro del orificio que dejan las palas.
- Menor número f: mayor será el orificio (apertura del diafragma) y, por tanto, más luz entrará en nuestra cámara.
- Mayor número f: menor será el orificio que dejan las palas y, por tanto, menor será la apertura de diafragma, lo que se traducirá en menos luz entrando hacia nuestra cámara.
Ejemplo:
Número f: f/4.5-5.6, significa que la distancia focal mínima es de, 55 mm, por lo que el objetivo será capaz de abrir hasta f/4.5 y que la distancia focal máxima es de, 300 mm, por lo que solamente será capaz de abrir el diafragma hasta f/5.6.
Mayor apertura del diafragma (número f más bajo): más luz entra hacia el sensor de la cámara.
Menor apertura del diafragma (número f más alto): menos luz entra hacia el sensor.
La apertura de diafragma está distribuida en pasos o f stops. Los f stops no siguen una secuencia lineal. Y hacen referencia al tamaño de la abertura del orificio que dejan las palas. Pasos completos de diafragma: f/1.4, f/2, f/2.8, f/4, f/5.6, f/8, f/11, f/16, f/22.
La apertura del diafragma y la profundidad de campo: parte de la fotografía que apreciamos como nítida o enfocada. No solo consta del punto de enfoque, sino toda la zona por delante y por detrás de éste que nuestro ojo capta con una nitidez aceptable. Depende de 3 factores:
- Distancia focal.
- Distancia al plano de enfoque.
- Apertura de diafragma.
Mayor apertura de diafragma (menor número f): menor será la profundidad de campo (menos zona nítida).
Menor apertura de diafragma (mayor número f): mayor será la profundidad de campo (más zona nítida).
Ejemplos prácticos:
La apertura de diafragma y la nitidez: intentamos conseguir la mayor definición y nitidez posible, para que nuestra fotografía luzca en todo su esplendor. Y parte de esta nitidez la ganamos (o la perdemos) a causa de la apertura de diafragma. 2 temas a tratar:
- Punto dulce de un objetivo:
- Apertura de diafragma óptima en la que ese objetivo en concreto consigue una mayor nitidez en el plano de enfoque.
- Cada objetivo tiene su propio punto dulce, que normalmente suele corresponder a dos o tres pasos de diafragma por debajo del diafragma máximo.
- Difracción:
- Si el orificio que deja libre el diafragma de nuestro objetivo es muy estrecho, la luz se dispersará al pasar por él, llegando de manera distorsionada al sensor de nuestra cámara y se traducirá en un descenso de la nitidez de la fotografía.
- Apertura límite: f/16.
- En diafragmas más cerrados que f/16 es más probable que aparezca difracción.
Velocidad de obturación (o tiempo de exposición): uno de los tres pilares básicos de la exposición fotográfica. Con el control de este parámetro dejaremos pasar más o menos luz al sensor de nuestra cámara con una clara implicación: congelar o no el movimiento.
Obturador: dispositivo mecánico muy preciso situado delante del sensor, que va a controlar el tiempo durante el cual le llegará la luz a éste. Está formado por dos cortinillas (una que se abre para iniciar la exposición y otra que se cierra para finalizarla), y el espacio que queda entre ellas será por el que entre la luz.
Por lo tanto, la velocidad de obturación será el tiempo que va a estar abierto el obturador de nuestra cámara y que dejará pasar la luz al sensor.
- Velocidad de obturación rápida (o tiempo de exposición corto):
- Apertura y cierre del obturador de la cámara muy rápidos, implicando que la cantidad de luz que entrará en el sensor, lo hará durante un breve período de tiempo.
- Por lo tanto, para lograr una buena exposición, deberemos compensarlo iluminando bien la escena a retratar, y/o jugando con los otros dos parámetros del triángulo de la exposición:
- Apertura de diafragma y sensibilidad ISO.
- O por el contrario, nuestra fotografía quedará subexpuesta, ya que la luz ha pasado durante muy poco tiempo.
- Velocidad de obturación rápida: Por encima de 1/60 segundos. A partir de esta velocidad:
- Imágenes más estáticas que consiguen congelar el movimiento.
- Gran utilidad: fotografía de deportes.
- Velocidad de obturación lenta (o tiempo de exposición largo):
- Obturador de la cámara abierto durante más tiempo. Por lo que, dejaremos pasar más luz al sensor de la cámara y no hará falta subir tanto la ISO ni abrir tanto el diafragma para conseguir una exposición adecuada.
- Velocidad de obturación lenta: Por debajo de 1/60 segundos. Con este tiempo de exposición:
- Captar el movimiento producido por los objetos o sujetos que aparezcan en nuestra toma (de hecho, la propia fotografía podría salirnos movida por el movimiento que causamos al pulsar el obturador).
- Importante: uso de un buen trípode para tiempos de exposición largos.
- Sensación: dinamismo.
Unidad de medida de la velocidad de obturación: fracciones de segundo. Sin embargo, para tomas hechas a más de 1 segundo de exposición, las cambiamos por cifras más redondas (1s, 2s, 3s, 15s, 30s..).
Aclaración: manteniendo el resto de parámetros, una foto hecha a una velocidad de 1/500, dejará pasar la mitad de luz que una realizada a 1/250, al igual que una de 1 segundo deja pasar la mitad que una de 2 segundos.
Ejemplo práctico (Grifo de agua):
- Primera imagen:
- Velocidad de obturación lenta: 1/8 segundos.
- Efecto logrado: pillar el rastro que dibujan las gotas de agua al caer.
- Segunda imagen:
- Velocidad de obturación rápida: 1/350 segundos.
- Efecto logrado: captar las gotas de agua de forma individual y suspendidas en el aire.
- Si hubiéramos subido más la velocidad, hubiéramos congelado de forma más evidente dichas gotas.
- Parámetros: en la primera toma apenas tenemos ruido porque hemos utilizado una ISO muy baja, mientras que en la segunda, al trabajar con una velocidad mucho más rápida, la cantidad de luz que ha entrado en el sensor de nuestra cámara es bastante menor, y hemos tenido que compensar esa falta de exposición subiendo la ISO hasta 3200, y ganando ruido en nuestra toma.
- Más ejemplos:
Usos de la velocidad de obturación
- Deportes:
- Velocidad de obturación: muy rápida.
- La congelación del movimiento es la única opción viable para observar con claridad cuando un jugador mete canasta o un atleta hace un salto.
- Fauna:
- Velocidad de obturación: muy rápida.
- Ejemplo: un pájaro atrapa un pez o un león se lanza a por su presa.
- Si sale borroso el sujeto, la fotografía pierde bastante.
- Efecto seda de agua o nubes en movimiento:
- Velocidad de obturación: lenta.
- Ejemplo: Recoger el movimiento dibujado por el agua de una cascada o de las nubes.
- Barrido:
- Velocidad de obturación: lenta (entorno a 1/60 segundos).
- También, debemos trazar el movimiento a una velocidad similar a la que lo hace nuestro sujeto.
- Técnica muy atractiva visualmente, que nos permite congelar a nuestro sujeto en un entorno en movimiento.
- Luz en movimiento:
- Velocidad de obturación: lenta.
- Objetivo: Registro del trazo de luz.
- Fotografía nocturna:
- Velocidad de obturación: lenta.
- Recordatorio: cuanto más tiempo estemos disparando la toma, más luz dejaremos entrar al sensor.
Exposición: acción de someter un elemento fotosensible (en cámaras digitales el sensor) a la acción de la luz.
En función del grado de exposición de la fotografía hablaríamos de tres situaciones: subexposición, exposición y sobreexposición.
- Subexposición (Clave baja): la fotografía presenta una carencia considerable de luz frente a la de la escena original (oscura).
- Exposición correcta: la fotografía recoge la cantidad de luz apropiada para representar fielmente la escena fotografiada.
- Sobreexposición (Clave alta): se aprecia un exceso de luz en la fotografía frente a la escena retratada (demasiado clara).
Los 3 factores que determinan la exposición: apertura del diafragma, velocidad de obturación y sensibilidad ISO. En este caso, nos centraremos en esta última.
Sensibilidad ISO: refleja lo receptivo que se muestra el sensor de nuestra cámara ante la luz que actúa sobre él. Una mayor sensibilidad hará que, a igual cantidad de luz y tiempo de incidencia, el sensor se haya excitado más y, por tanto, la fotografía tenga una mayor exposición.
La exposición y la relación entre los 3 factores determinantes
- Mayor apertura del diafragma = mayor caudal de luz.
- Fotografía ≠ sobreexpuesta: reduciremos el tiempo de exposición y/o la sensibilidad.
- Aumentar el tiempo de exposición y fotografía ≠ sobreexpuesta (por exceso de tiempo de exposición): reduciremos la apertura del diafragma y/o la sensibilidad del sensor.
- Aumentar la sensibilidad ≠ sobreexposición: reduciremos la apertura del diafragma y/o aumentaremos la velocidad de obturación.
- Disminuir la apertura del diafragma ≠ subexposición: aumentaremos el tiempo de exposición y/o la sensibilidad.
Medidor de la exposición: exposímetro
Exposímetro: elemento encargado de estimar la exposición que necesita el sensor para producir un resultado correcto en cuanto a exposición, en base a la luz reflejada por la escena y los valores de apertura, velocidad y sensibilidad seleccionados.
- En el modo automático, será él que le diga a la cámara la configuración de apertura, velocidad y sensibilidad que deberá utilizar para obtener una correcta exposición
- En los modos creativos (paisaje, retrato, nocturno...) en los que aparece fijado uno de los parámetros, el exposímetro indicará a la cámara qué valores deben tomar los otros dos parámetros.
HDR (High Dynamic Range): permite que todas las zonas de la fotografía queden perfectamente expuestas, aunque consigue un gran contraste entre luces y sombras.
El HDR es una técnica que puede llegar a ser realmente agresiva con tu fotografía y que, aplicada sin ningún tipo de moderación, puede llegar a arruinarla. Por ello:
Fíjate en los bordes: demasiado HDR provocará la aparición halos en los bordes del paisaje (trazo blanquecino).
No mates el contraste: el HDR gana matices en las sombras y en las altas luces de las imágenes con un alto contraste lumínico. Sin embargo, matar del todo este contraste hará que tu imagen quede excesivamente plana e irreal (procura que haya zonas de altas luces y sombras, ya que la fotografía ganará riqueza y volumen).
Condiciones óptimas para conseguir un buen HDR:
- Días nublados: aporta dramatismo en el cielo mostrando el detalle del resto de la fotografía, frente a los cielos blancos que se obtienen en condiciones normales debido al gran contraste del resto de los elementos.
- Días muy soleados, donde las luces y las sombras están especialmente contrastadas: el HDR paliará ese alto contraste sin perder detalle en las sombras y sin quemar las altas luces.
- Interiores: nos proporciona una buena imagen de la estancia sin utilizar flash.
- Fotografía nocturna: resaltado de ciertos colores no habituales sin alterar demasiado el aspecto final al que estamos acostumbrados.
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